Honduras, Maiquetía y otras revelaciones que figuran en el “indictment” contra Maduro
Honduras, Maiquetía y otras revelaciones que figuran en el “indictment” contra Maduro
El fiscal general de los Estados Unidos, William Barr, anunció que la justicia de su país presentó cargos por narcotráfico contra 15 altos funcionarios de Venezuela -incluido hasta el presidente Nicolás Maduro-, que supuestamente han liderado el llamado Cartel de los Soles, y dos exjefes guerrilleros colombianos. Uno es Luciano Marín, conocido como Iván Márquez, y el otro es Seuxis Hernández, quien en la guerra llevó el sobrenombre de Jesús Santrich. Estos son algunos puntos clave para entender la acusación (indictment) que presentó el Departamento de Justicia ante la Corte del Distrito Sur de Nueva York por una “conspiración de narcoterrorismo”. (El negocio entre las Farc y el Cartel de los Soles: detalles del «indictment» de EE.UU.)
Por esa misma razón, y tras su expulsión de la Jurisdicción Especial para la Paz, ya no están blindados con la garantía de la no extradición que protege a los exguerrilleros que se hayan visto involucrados en actividades de narcotráfico hasta el momento en que entró en vigor el Acuerdo: 1° de diciembre de 2016.
1. El posible papel de Nicolás Maduro
El documento describe a Maduro como un hombre que “fue” el presidente de Venezuela y que ahora dirige el país de facto, pues Estados Unidos reconoce como mandatario de ese país a Juan Guaidó desde 2019. Venía de ser diputado de la Asamblea Nacional (de 2000 a 2006), canciller (entre 2006 y 2013) y vicepresidente de Hugo Chávez desde octubre de 2012. “Elijan a Nicolás Maduro como presidente”, le dijo Chávez a su pueblo en diciembre de 2012, cuando un agresivo cáncer avanzaba por su cuerpo. El mismo que apagó su vida en marzo de 2013, dejando a Venezuela, como él quería, en manos de Maduro. Ayer se supo que EE.UU. ofrece US$15 millones por información que lleve a su captura. (Los efectos de ponerle precio a la cabeza de Nicolás Maduro)
Las Farc, asegura la justicia estadounidense, le pagaron US$5 millones a Maduro a través de un tercero “en conexión con un esquema de lavado de activos que fue parte de la conspiración narcoterrorista. Maduro Moros y otros aceptaron lavar millones de dólares de las Farc comprando equipos para la extracción de aceite de palma con ganancias de la droga, los cuales se usarían para apoyar la operación de cultivos de palma africana en Apure que parecerían legítimas. Acerca de este esquema, hacia diciembre de 2006, Venezuela anunció acuerdos comerciales con firmas de Malasia relacionadas con la extracción de aceite de palma y con la exploración de petróleo en Venezuela”.
Estados Unidos ubica a Maduro en reuniones con gente de las Farc para hacer pactos. En una de ellas, que habría tenido lugar en 2008, Maduro junto a Diosdado Cabello y al general (r) Hugo Carvajal supuestamente le ofrecieron a la guerrilla más armas a cambio de aumentar la producción de cocaína y, de igual forma, Maduro habría aceptado “abusar de su autoridad como canciller para asegurar que la frontera entre Venezuela y Colombia permaneciera abierta y así facilitar el tráfico de drogas”. Luego de otra reunión en 2009, Maduro habría viajado a Honduras en su papel de canciller venezolano, con el propósito -dice EE.UU.- de proteger los negocios del Cartel de los Soles. (La respuesta de Maduro a Estados Unidos tras acusación por narcotráfico)
2. El supuesto papel de los demás
El indictmentexpone que, así como Maduro, Diosdado Cabello y los generales (r) Hugo Carvajal (alias ElPollo) y Clíver Antonio Alcalá actuaron como “líderes” del Cartel de los Soles entre 1999 y 2020, como parte de una “conspiración narcoterrorista” con las Farc. Cabello ha sido un alfil esencial del chavismo desde 2001. Carvajal, por su parte, encabezó la Dirección de Inteligencia Militar de Venezuela entre 2004 y 2011 y, aunque ya tenía una acusación de Estados Unidos a cuestas, fue elegido para la Asamblea Nacional en 2016. De Alcalá no se dicen mayores datos.
Los tres, junto con Maduro, habrían pagado sobornos a cambio de tener acceso a información privilegiada de los puertos comerciales y datos de los radares aéreos y marítimos de Venezuela. Según el indictment, coordinaron, junto con las Farc, el envío de grandes cargamentos de cocaína desde Venezuela, aportaron seguridad armada para proteger los cargamentos, vendieron droga que las autoridades venezolanas habían incautado a otros narcotraficantes por “millones de dólares”, interfirieron con investigaciones penales de narcotráfico en Venezuela y otros lugares y ayudaron a las Farc a proveerse de armas, municiones y explosivos. (¿Quiénes son los otros funcionarios chavistas señalados de narcotráfico por EE. UU.?)
3. El tema Honduras
Según la justicia estadounidense, el Cartel de los Soles creó un “puente aéreo” entre Venezuela y Honduras para facilitar el tráfico de los cargamentos de drogas. Al parecer, solo en 2010, al espacio aéreo hondureño ingresaron 75 aeronaves sin autorización con sospecha de que transportaban droga. Estados Unidos documentó una reunión en 2009 entre Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y el general (r) Hugo Carvajal con un delegado de las Farc, en la cual, después de acordarse la entrega de un cargamento de cocaína que sería enviado vía Nicaragua a Estados Unidos, el grupo “discutió el reciente golpe de Estado en Honduras”. Cabello habría señalado allí que esa inestabilidad podía “joder el negocio”.
Estados Unidos sostiene que, después de ese encuentro, Maduro viajó a Honduras en su papel de canciller con un propósito oculto: tratar de intervenir en favor del Cartel de los Soles. Maduro habría hecho el viaje con el fin de asegurarse de que la marea política hondureña del momento (el presidente Manuel Zelaya fue detenido por las fuerzas militares en junio de 2009, con apoyo del Congreso, y expulsado a San José de Costa Rica) no afectaría las actividades de narcotráfico “de la conspiración narcoterrorista”. (Hugo Carvajal, el exgeneral chavista que burló a la justicia española)
El 22 de septiembre de 2013, las autoridades francesas anunciaron la incautación de 1,3 toneladas de cocaína en el aeropuerto Charles de Gaulle de París. El ministro del Interior de la época, Manuel Valls, fue quien hizo el anuncio, explicando que el avión en que fue hallada la droga procedía de Venezuela, que el cargamento estaba oculto en 30 maletas y que puesto en Europa podía valer unos 50 millones de euros, que el decomiso era un récord para el país y la cantidad era tan grande que correspondía al 25 % de todo lo que Francia había incautado de estupefacientes a lo largo del año.
El indictment contra Maduro, Cabello, los generales en retiro y los exjefes guerrilleros colombianos cuenta nuevos detalles sobre ese episodio. Para empezar, responsabiliza al Cartel de los Soles del despacho de la droga. Dice que, tras la incautación -que se hizo fue el 11 de septiembre de 2013-, Maduro (quien ya ejercía como presidente de Venezuela tras la muerte de Chávez en marzo de ese año) canceló un viaje a Nueva York para asistir a la Asamblea General de las Naciones Unidas asegurando que había amenazas contra su vida. A los medios de comunicación les dijo entonces que no viajaba para “preservar su integridad física”. (¿Por qué se hace urgente tender puentes con Maduro en pleno avance del coronavirus?)
La realidad oculta tras esa cancelación, sostiene el indictment, es que Maduro no fue a Nueva York para reunirse con Diosdado Cabello y el general (r) Hugo Carvajal. “Durante la reunión, Maduros Moros le dijo a Cabello Rondón y a Carvajal Barrios (…) que ellos no debieron usar el aeropuerto de Maiquetía (el más importante de Venezuela, ubicado en Caracas) para narcotráfico después del decomiso de 2006 en México”, dice el documento. Maduro les habría dicho que lo que debían hacer era seguir usando las otras rutas que ya estaban bien establecidas para despachar cocaína.
5. Pistas clandestinas en Barinas
En un breve apartado, en el indictmentse lee que en el estado de Barinas, el cual no está tan lejos de la frontera con Colombia, Diosdado Cabello y otros integrantes del Cartel de los Soles facilitaron la carga de toneladas de cocaína para salir del país vía aérea desde pistas clandestinas. Habría ocurrido en 2017. Con un detalle importante: que quienes ayudaron a recibir la droga e incluso cargaron vehículos con compartimientos secretos para que esta llegara también a la costa venezolana era gente de las Farc, uniformada y dotada con armas de guerra.
6. Las grabaciones de los sobrinos Flores
En diciembre de 2017, se conoció la noticia de que Francisco Flores y Efraín Campo Flores, sobrinos de Celia Flores (la esposa de Nicolás Maduro), fueron condenados en Estados Unidos a 18 años de prisión por narcotráfico. El indictmentrevela unas reuniones en las que ambos participaron entre octubre y noviembre de 2015 y en la que había informantes de la DEA. En ella discutieron el envío de cientos de kilogramos de cocaína desde el hangar presidencial de Maduro en el aeropuerto de Maiquetía. Flores y Campo Flores quedaron grabados hablando de la “guerra” que enfrentaba su país con Estados Unidos, describiendo al Cartel de los Soles y mencionando a un alto mando de las Farc.
7. Una alianza de 20 años
El indictment señala que por lo menos desde 1999, año en que las Farc comenzaron las negociaciones de paz con el gobierno de Andrés Pastrana -ese año se creó la zona de distensión-, esa guerrilla se hizo socia del Cartel de los Soles. De acuerdo con el documento, el presidente venezolano Nicolás Maduro fue siempre uno de sus líderes, a medida que fue ganando poder hasta convertirse en su cabeza principal. El negocio supuestamente consistía en un intercambio de armas por drogas: las Farc producían la cocaína, la movían a Venezuela con apoyo o protección de funcionarios estatales de ese país, y de Venezuela salían los cargamentos hacia Estados Unidos vía Centroamérica.
En contraprestación, el Cartel de los Soles dotaba a la guerrilla de armas aptas para la guerra y municiones. Con el dinero del narcotráfico, el Cartel de los Soles habría corrompido instituciones legítimas venezolanas como las fuerzas militares, la rama legislativa y judicial o el aparato de inteligencia. Y, asimismo, habría sido una especie de motor para que las Farc se convirtieran en “uno de los mayores productores de cocaína del mundo”. Este negocio de narcotráfico, además, tenía una intención específica, dice el indictment: “inundar” a Estados Unidos de droga para afectar a los consumidores de ese país.