En 2 años SAE recaudó $ 120.000 millones por rentas de los bienes
En 2 años SAE recaudó $ 120.000 millones por rentas de los bienes
Fuente; EL TIEMPO (Ver Noticia Original)
Desde el 2015, cuando llegó a la dirección de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), Virginia Torres de Cristancho le dio un giro a la administración de los bienes incautados a la delincuencia. La funcionaria implementó un nuevo sistema automatizado y digital con el que depuró la corrupción que llevó a su liquidación a la Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE).
¿Cómo fue ese cambio?
En los últimos tres años hemos trabajado en un modelo de transparencia. Este sistema, que esperamos consolidar en julio, implicó cambios en la selección de los depositarios, la asignación de bienes y los controles.
¿Cuánto creció el recaudo por arrendamientos?
En el 2016 recaudamos 53.357 millones de pesos y en el 2017 se recaudaron 67.599 millones, para un total de 120.956 millones de pesos.
¿Cuántos depositarios que venían de la DNE salieron?
Cuando llegamos hicimos un análisis de cuáles eran las causas del descalabro en la DNE, de quien recibimos 19.000 inmuebles. En lo que tenía que ver con los depositarios, o secuestres, vimos que no tenían un origen claro ni, en muchos casos, la idoneidad. Muchos eran testaferros, producto del tráfico de influencias o del amiguismo de directivos. De los depositarios que venían de la DNE hemos removido a 418. De los nuevos (desde el 2015) hemos sacado del registro a 95, muchos de ellos porque se niegan a recibir los bienes.
¿Cómo los eligen?
Creamos un registro de depositarios y hemos hecho tres convocatorias en las que se tiene en cuenta su experiencia en el manejo de bienes, capacidad financiera, deben ser profesionales, y una empresa de seguridad mira sus antecedentes. El proceso de selección es en línea, no tenemos contacto ni acceso a ellos. Actualmente tenemos 207 depositarios y vamos a abrir una nueva convocatoria el primero de febrero. Luego, la asignación de bienes se hace de forma automática. Con ese sistema hemos asignado 11.218 activos.
¿Cómo verifican que los depositarios cumplan?
Ellos firman un pagaré en blanco cuando entran al registro, y logramos que las aseguradoras les den una póliza. Nada de esto existía. Como no es posible controlarlos manualmente, se construyó en el sistema un scoring donde se reportan los contratos de arrendamiento, se vigila la productividad, y si en tres meses no presentan informes, o no pagan los arrendamientos, salen del registro.
Uno de los huecos de la DNE era que los pagos de la renta se embolataban…
La renta se estima según un estudio de un técnico que va a terreno y evalúa cómo se comercializa el bien en el sector. En cuanto al recaudo, se ha buscado centralizarlo. La idea es que al final de esta administración ningún depositario maneje en cuentas que no sean de la SAE los recursos de los bienes, porque con la DNE se perdía el dinero. El año pasado, por ejemplo, logramos recuperar cartera que le debían a la DNE por 6.980 millones.
¿Qué han hecho para asegurar las bases de datos?
El primer renglón en el desgreño en la DNE es que muchos bienes fueron eliminados del sistema, y siempre habrá una incógnita sobre cuántos fueron borrados. Por eso hicimos una estrategia, de las más importantes, para crear un área de aseguramiento de información y al final del proceso saber qué recibimos y en qué estado se encuentra.
¿Han tenido que denunciar a depositarios o empleados?
Hemos radicado más de 65 denuncias contra nuevos y antiguos depositarios, pero ninguna contra nuestros funcionarios, que son más de 383 personas.
¿Cómo garantizar que este modelo se mantenga?
Hemos desarrollado un marco normativo para que no se devuelva. El modelo ontológicamente es perfecto y estamos siendo reconocidos por otros países. Ninguno de los 30 países con los que nos hemos reunido tiene un modelo similar, y ningún otro país tiene tantos bienes incautados. Hay que dejar este modelo asegurado.
Desafortunadamente, en las instituciones públicas se avanza y a veces se dan pasos para atrás, y por eso hemos tratado de dejar un entramado normativo y reglamentario para que no haya vuelta atrás. Sería complicado pensar que alguien llegue mañana y diga “ya no más asignación automática de depositarios” o que les den bienes a quienes no están en el registro. El compromiso es dejar esto en un punto de no retorno. Como funcionarios públicos, debemos objetivar lo subjetivo, pues es la única forma de ponerle cortapisa a la corrupción en torno a estos bienes.