La defensa de los Escobar en proceso que les abrieron en Argentina por lavado de activos
La defensa de los Escobar en proceso que les abrieron en Argentina por lavado de activos
Fuente: EL ESPECTADOR (Ver Noticia Original)
“Los emprendimientos ganaderos de José Bayron Piedrahíta aparecían en las revistas económicas de la región (…) su solvencia económica era un hecho público en Colombia”. “Mis valores no me permitirían insultar a mi hijo con un comportamiento tan reprochable como el de traer un narcotraficante a lavar su dinero en la Argentina”. De esa manera María Isabel Santos y Juan Sebastián Marroquín le respondieron a la justicia argentina cuando esta los cuestionó por sus nexos con José Bayron Piedrahíta, quien hace poco volvió al país tras pagar una condena en Estados Unidos. (José Bayron hermalogró esquivar una gran condena por lavado de activos en EE.UU.)
Como ya es sabido, la esposa y los hijos de Pablo Escobar huyeron de Colombia después de que el jefe del cartel de Medellín muriera en un enfrentamiento con las autoridades en Medellín, el 2 de diciembre de 1993. En Argentina, país que los acogió, modificaron sus identidades y empezaron una nueva vida. María Isabel Santos le contó a la justicia argentina que cuando llegó no conocía a nadie, por lo que el esposo de una de sus hermanas viajó a Buenos Aires para ayudarlos. Ese cuñado la contactó con otro colombiano que, a su vez, le presentó a su abogado, Mateo Corvo Dolcet, otro de los implicados en este expediente.
Al evento llegó Piedrahíta por recomendación de Luz Marina Henao, una hermana de Santos. El propio Piedrahíta explicó que su esposa era amiga de Henao y que, al hablarle de las intenciones de su marido de radicarse en Buenos Aires e invertir allí, Henao le sugirió que asistiera al evento que su hermana iba a realizar en el hotel Dann. Juan Sebastián Marroquín, por su parte, explicó que su tía y la esposa de Piedrahíta se conocían porque la primera le había dado clases de cerámica a la segunda, había decorado algunas fiestas para ellas y había redecorado algunas de sus propiedades. Luego, Piedrahíta viajó a Buenos Aires. (José Bayron Piedrahíta y los socios con los que quiso triunfar en Argentina)
Santos presentó a Piedrahíta con Mateo Corvo Dolcet. Según este empresario argentino, ahí comenzaron sus negocios “legales”: Piedrahíta compró acciones en algunas de sus sociedades y se hizo el acuerdo previo con los Escobar de que, por cada transacción entre Piedrahíta y Corvo Dolcet, ellos recibirían el 4,5 % de comisión. Según la viuda de Escobar, después no volvió a tener contacto con Piedrahíta y Corvo la defraudó con su supuesta falta transparencia con respecto a la comisión pactada. Nunca le pagó más de US$5.000 por comisión y cada vez lo hacía más espaciado en el tiempo.
Juan Sebastián Marroquín declaró que él hizo una búsqueda en web acerca de Piedrahíta, en razón a que entonces escribía un libro sobre Pablo Escobar, y que no dio con “ninguna noticia que (vinculara) a Piedrahita como amigo o enemigo de su padre”. La justicia argentina mantiene que Marroquín compró el apartamento en el que vive con su esposa y su hijo también con dineros calientes. Él sostiene que no es cierto, que su madre le entregó el dinero de una comisión que ella se ganó con un negocio de bienes raíces que nada tenía que ver con Piedrahíta, el cual fue declarado ante el fisco argentino en 2011, aseguró él.
Cuando Escobar murió, la gente del cartel de Cali llamó a su esposa a rendir cuentas por los “gastos” que su esposo había generado en la guerra a muerte que mantenían ambos carteles. Le exigieron las propiedades que su esposo consiguió a lo largo de su vida con el tráfico de estupefacientes. Fueron varias las reuniones con ella y en una, coincidieron Victoria Henao (o María Isabel Santos) y José Bayron Piedrahíta. Casi dos décadas después, Piedrahíta les contó a ella y a su hijo sobre los hermanos que Escobar le arrebató. “Ellos no sabían nada”, aseveró Piedrahíta. Pero, dijo también, “sí sabían” de al menos “comentarios” de que él perteneció al cartel de Cali.