Investigan en Europa a la ex enfermera de Hugo Chávez por la presunta fuga de millones de dólares en barras de oro

Investigan en Europa a la ex enfermera de Hugo Chávez por la presunta fuga de millones de dólares en barras de oro

Investigan en Europa a la ex enfermera de Hugo Chávez por la presunta fuga de millones de dólares en barras de oro

Fuente: INFOBAE (Ver Noticia Original)

La agencia The Associated Press informa que Claudia Díaz, quien también fue tesorera de Venezuela, compró 250 lingotes valuados en más de 9,5 millones de dólares y los ocultó en una bóveda privada en Liechtenstein

Era 2014 y Claudia Díaz, ex tesorera de Venezuela, buscaba un refugio seguro para almacenar la riqueza inexplicable que había acumulado a lo largo de los años. El entonces presidente Hugo Chávez, para quien alguna vez trabajó como enfermera, acababa de fallecer y la situación política en la nación sudamericana y las relaciones con los Estados Unidos estaban en un tumulto.

Así que Díaz, presuntamente, recurrió a una de las maneras más antiguas de mover grandes cantidades de dinero de manera anónima: comprar oro.

Con una reputación de secretismo y el ingreso per cápita más alto del mundo, Liechtenstein, el microestado germanohablante, ha sido desde hace mucho tiempo un imán bancario para los más ricos del mundo. Pero al igual que su vecina Suiza, con quien comparte una unión monetaria y de aduanas, su reputación como centro financiero extraterritorial se ha visto sacudida por el escándalo. Debido a la presión de los Estados Unidos, que ha acusado a numerosos funcionarios venezolanos y sancionado al régimen de Maduro por delitos financieros en todo el mundo, los dos países hacen ahora todo lo posible para exponer la corrupción en Venezuela.

Los detalles de la investigación sobre Díaz y cinco presuntos asociados provienen de una solicitud de asistencia judicial de 14 páginas enviada por un tribunal en Liechtenstein el 22 de noviembre de 2019, y la respuesta dos semanas después por fiscales de Ginebra que prometían cooperar. Una copia de la solicitud, traducida al inglés, y la respuesta suiza, fueron entregadas por separado a la agencia AP por dos personas bajo condición de anonimato ya que la investigación sigue en curso. El tribunal estatal en Liechtenstein confirmó la autenticidad de la solicitud. La Fiscalía General de Suiza señaló que transmitió la información solicitada en mayo, pero actualmente no tiene un procedimiento criminal en curso.

Díaz era prácticamente desconocida hasta que ella y su esposo, un ex asesor de seguridad de Chávez, aparecieron en 2016 en la filtración de documentos financieros secretos conocidos como los Papeles de Panamá, que proporcionaron una mirada a cómo algunas de las personas más ricas del mundo esconden su dinero. Las autoridades allanaron su casa en Caracas y confiscaron lo que describieron como una colección de autos de lujo, obras de arte y documentos relacionados con propiedades inmobiliarias dentro y fuera de Venezuela controladas a través de empresas fantasmas.

Díaz, de 46 años, quien fuera suboficial en la fuerza naval venezolana, cuidó de un Chávez enfermo antes de que el líder venezolano muriera de cáncer en 2013. En 2011, Chávez la nombró tesorera nacional de Venezuela. Fue reemplazada cuando Maduro, sucesor de Chávez, fue elegido en 2013. Díaz y su esposo, Adrián Velásquez, viven actualmente en Madrid, donde fueron arrestados brevemente en 2018 tras una petición venezolana.

Ismael Oliver, el abogado tanto de Díaz como de su esposo en Madrid, dijo que sus clientes “no tienen conocimiento, ni oficial ni de otro tipo” sobre la investigación realizada por Liechtenstein: “(Ella) Niega rotundamente haber tenido lingotes de oro o cuentas bancarias de ningún tipo en Liechtenstein”.

Beaumont presuntamente trabajaba con Danilo Diazgranados, un financiero venezolano que llamó la atención en 2017 por ser el dueño de la empresa transnacional que compró el fondo de cobertura de Anthony Scaramucci cuando se unió a la Casa Blanca con Trump.

No está claro cómo se relacionan Beaumont y Díaz. Los intentos de hablar con Beaumont no prosperaron. No respondió a los mensajes dejados en el número telefónico y dirección de correo electrónico proporcionados por personas que lo conocen. George Yoss, un abogado en Miami que se cree que lo representó en el pasado, tampoco respondió a varias llamadas telefónicas y correos electrónicos.

Pero la empresa que presuntamente usó Díaz para comprar el oro, Amaze Holding Ltd., fue registrada en junio de 2012 en la misma dirección de San Vicente y las Granadinas y unos días después que otras dos empresas —Greenhill International Ltd. y Amblia Ltd.— que presuntamente Beaumont poseía y controlaba, de acuerdo con el tribunal de Liechtenstein.

El tribunal, en su solicitud, dijo que Díaz controlaba Amaze a través de otra mujer venezolana, Norka Luque, quien es identificada como amiga de la ex ministra de Defensa Carmen Meléndez y “mujer de paja” para varios políticos y figuras de alto rango en Venezuela. Intentos de la AP para localizar a Luque no tuvieron éxito.

Los lingotes de oro que presuntamente le pertenecen a Díaz representan apenas una pequeña fracción del monto total saqueado de Venezuela. Pero son un símbolo poderoso de la avaricia ilimitada que alimentó a una cantidad de intermediarios, desde administradores de activos de abolengo hasta algunos de los bancos más antiguos de Europa.

Los lingotes de oro se mantuvieron dentro de la bóveda privada número G1, en Liemeta AG, que Díaz alquiló en 2014 por unos 20.000 francos suizos (21.700 dólares) al año, según la solicitud del juez Roger Beck del tribunal en Liechtenstein.El acceso a la bóveda estaba restringido a Díaz y su joven hijo después de que cumpliera 18 años. Pero Díaz autorizó a un financiero de dos generaciones de banqueros suizos a retirar el contenido de la bóveda, lo que presuntamente realizó en dos transacciones —en diciembre de 2014 y noviembre de 2015—, según la solicitud de Beck.

El magistrado dijo que el paradero de las dos pilas de 120 y 130 lingotes “no pudo ser establecido”. Pero señaló que a partir de 2018, el intermediario vendió una cantidad casi idéntica de oro por más de 9,5 millones de euros. La mayor parte de los ingresos de esas ventas fueron depositados en la filial suiza del Banque Internationale à Luxembourg SA. Pero 90 kilogramos de oro fueron recogidos por Daniel Vogt, cuya firma familiar David Vogt & Partners, selló documentos involucrados en las transacciones, según Beck.

Vogt dijo en un correo electrónico que su firma no tenía conocimiento de las transacciones que involucraban a Díaz. Dijo que su firma, que no es objeto de la investigación, no tiene clientes en Venezuela y está cooperando plenamente con las autoridades.

Mientras tanto, Díaz permanece instalada en Madrid e insiste que sus cuantiosos ahorros son el resultado de toda una vida de trabajo honesto y que jamás malversó fondos estatales. Insiste que sus problemas legales se deben a su negativa a aceptar las órdenes ilegales de Maduro durante las confusas repercusiones de la muerte de Chávez. Por ahora, no está bajo presión para explicar su riqueza. El año pasado, la Corte Nacional de España bloqueó su extradición a Venezuela al considerar creíbles sus temores de que podría enfrentar torturas si era enviada de regreso a su país natal.

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