“EE.UU. está desesperado por demostrar algún tipo de vínculo”: Alex Saab
“EE.UU. está desesperado por demostrar algún tipo de vínculo”: Alex Saab
Fuente: EL ESPECTADOR (Ver Noticia Original)
En su entrevista con El Espectador, el empresario barranquillero sostuvo que las acusaciones no tienen fundamento y que jamás revelará información clasificada sobre el gobierno de Nicolás Maduro.
En la entrevista exclusiva que le otorgó el empresario barranquillero, Alex Saab, a El Espectador, el señalado contratista del chavismo habló sobre la acusación que hacen las autoridades de Estados Unidos por supuestamente lavar activos por $350 millones de dólares producto de la corrupción en Venezuela. Además de señalar que lo suyo es un secuestro y no una captura con fines de extradición, Saab señaló que el indictment (escrito de acusación) en su contra carece de fundamento y que la prueba es el anuncio que hizo la Fiscalía de (Ginebra) Suiza la semana pasada, que declaró que tras tres años de investigación no encontró pruebas del supuesto blanqueo de dinero en el contrato de construcción de vivienda en 2011.
“El contrato de viviendas sociales dio lugar a pagos a proveedores por valor de 350 millones de dólares, los mismos 350 millones de dólares que están en el centro de la acusación por motivos políticos contra mí en Miami. La pregunta que hay que hacer ahora es: si un respetado fiscal independiente en Suiza no ha encontrado nada que pueda corroborar los cargos de lavado de dinero después de una investigación que abarca más de tres años, entonces ¿cuándo admitirá el fiscal de los EE.UU. que se ha equivocado y pondrá fin a su persecución contra mí y muchos otros venezolanos respetuosos de la ley?”, dijo Saab, quien negó que el contrato de Fondo Global para la construcción de casas prefabricadas en 2011 se hubiese incumplido.
Ante una Corte del Distrito Sur de la Florida Alex Saab fue acusado, junto a su socio Álvaro Pulido, en julio de 2019 por ocho cargos relacionados con el lavado de activos por cerca de $350 millones de dólares. Según el documento, publicado horas después de que Saab y Pulido fueran incluidos en la Lista Clinton, los dos hombres se aliaron con funcionarios del Gobierno de Venezuela para blanquear activos producto de la corrupción a través del sistema de cambio regulado de dólares que existe en el vecino país. Para la Fiscalía estadounidense, con sobornos obtuvieron ventajas injustas, incluyendo la aprobación de documentos falsos y fraudulentos relacionados a la importación de materiales y bienes de construcción”.
En el indictment se lee que Saab, Pulido y tres personas más falsificaron órdenes de importación en un contrato con el gobierno de Venezuela para construir casas de bajo costo, y que con un solo embarcó aprovechaban las falencias del sistema CADIVI para presentar facturas ficticias por millonarias sumas. Estados Unidos dice tener pruebas sobre pagos de coimas a funcionarios del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT), la Guardia Nacional Bolivariana y el CADIVI para encubrir la aprobación de los presuntos documentos falsos y así lograr que les pagaran millonarias sumas por materiales que nunca importaron entre marzo y diciembre de 2012, y enero de 2015 hasta septiembre 2015.
En la entrevista, Alex Saab explicó que Estados Unidos retiró siete de los ocho cargos que le imputan en Estados Unidos, dejando solo el cargo de conspiración, lo que sería una prueba de la poca confianza en la acusación. “De los ocho cargos originales, EE. UU. ya ha informado a Cabo Verde que retirará siete de ellos y sólo me acusará de un cargo de conspiración si soy extraditado. Que quede muy claro que no se trata de un gesto de buena voluntad o de humanidad por parte de los EE.UU. Esta oferta es totalmente interesada. La solidez de mi defensa y las pruebas que el equipo ha reunido para rebatir la solicitud de extradición han sorprendido claramente a EE.UU”, indicó Saab.
Según el empresario Colombiano, la primera razón para el retiro de lo siete cargos es que logró demostrar que los pagos suman “400.000 dólares divididos ridículamente en siete cargos, es decir, un cargo de 10.000 dólares, otro de 23.000 dólares y así sucesivamente hasta llegar a 400.000 dólares, son todos pagos de tarjetas de crédito relacionados principalmente con mis gastos de manutención mientras he vivido en Europa entre 2011 y 2015. Dado que la tarjeta estaba a mi nombre, ¿no creen que si los pagos tuvieran algo que ver con el soborno a un agente de aduanas, como alegan los testigos desacreditados, lo último que haría sería realizar tales transacciones a través de una tarjeta de crédito a mi nombre?”.
Frente al retiro de los cargos, en su momento EE.UU. explicó que se trató de una estrategia jurídica para agilizar el proceso de extradición, pero que Alex Saab será procesado por la totalidad de los delitos. Sobre su socio Álvaro Pulido, manifestó que lo conoció hace diez años cuando se convirtió en su proveedor . “Es un amigo y ha sido muy injustamente difamado y mal juzgado”, agregó, Saab, quien también sostuvo que es falso que junto a él creara una red de sociedades para lavar activos: “Como cualquier empresario sólo he utilizado estructuras legales y lícitas para llevar mis negocios y gestionarlos de la manera más eficiente desde el punto de vista fiscal. Me enorgullece decir que las empresas dan empleo a más de 100.000 personas en varios países”.
Sobre su inminente extradición, Alex Saab indicó que no hay duda que será supuestamente torturado y que teme por su seguridad. “Jamás proporcionaré voluntariamente información clasificada sobre el gobierno del presidente Maduro y las relaciones diplomáticas y comerciales de la República Bolivariana”, concluyó. Lo que queda claro es que el empresario barranquillero en 10 años pasó de ser el principal contratista del Gobierno de Venezuela a ser el dueño de los secretos de Estado de Nicolás Maduro y su círculo más cercano. Mientras Saab insiste en que nunca lavó activos ni participó en esquemas de corrupción, en Estados Unidos no tienen dudas de que el empresario fue el principal testaferro y lavador de activos de la clase política del vecino país.