Aseguradas tres personas quienes fueron sorprendidas en flagrancia realizando, al parecer, compras con tarjetas débito y crédito hurtadas

Aseguradas tres personas quienes fueron sorprendidas en flagrancia realizando, al parecer, compras con tarjetas débito y crédito hurtadas

Aseguradas tres personas quienes fueron sorprendidas en flagrancia realizando, al parecer, compras con tarjetas débito y crédito hurtadas

Fuente: FISCALIA GENERAL DE LA NACION (Ver Noticia Original)

Las tarjetas eran de un ciudadano a quien le habrían suministrado alguna sustancia que lo puso en estado de indefensión para robarlo. Las compras las iban a hacer en un almacén de cadena de Ibagué. 

Un despacho local de la Unidad de Flagrancias de la Fiscalía en Ibagué (Tolima), presentó ante un juez con funciones de control de garantías a tres personas, tras ser capturadas en situación de flagrancia cuando pretendían pagar electrodomésticos y herramientas con tarjetas debido y crédito, al parecer, hurtadas.

Se trata de Paola Andrea Álvarez Díaz, a quien le imputó los delitos de hurto calificado y agravado, hurto en establecimiento de comercio, hurto por medios informáticos y violación de datos personales.

Los otros dos procesados responden a los nombres de Juan Eugenio y Juan Diego Uribe López, padre e hijo, imputados por los mismos delitos a excepción del hurto calificado y agravado.

Debido a la gravedad y modalidad de la conducta cometida, Juan Eugenio y Paola fueron afectados con medida de aseguramiento intramuros mientras que Juan Diego con domiciliaria.

Los hechos investigados se dividen en dos eventos: la noche del 22 de agosto cuando fue despojado de sus tarjetas de crédito un ciudadano de 55 años luego de ponerlo en estado de indefensión al darle algún tipo de sustancia mientras departía con la mujer. Y el 23 de agosto cuando presuntamente ella en compañía de los señores Uribe López ingresaron a un almacén de cadena de la capital tolimense e intentaron hacer compras de herramientas y otros elementos por más de $5.000.000 millones con plásticos hurtados.

Gracias a la actitud sospechosa de padre e hijo y que una de las tarjetas no fue leída por el datafono de la caja, el personal de seguridad se percató que algo andaba mal y cuando uno de ellos intentaba salir del lugar fue requerido.

La verificación ante las entidades relacionadas permitió conocer que las tarjetas pertenecían a la víctima hurtada la noche del 22 de agosto.

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