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Capo del Norte del Valle busca colarse en listas de Justicia de Paz

Capo del Norte del Valle busca colarse en listas de Justicia de Paz

Capo del Norte del Valle busca colarse en listas

Fuente: EL TIEMPO (Ver Noticia Original)

Gildardo Rodríguez, el ‘Señor de la camisa roja’, aparece reconocido por las Farc como guerrillero.

El ‘Señor de la camisa roja’, considerado como el sucesor de Diego Montoya Sánchez, ‘don Diego’, jefe del cartel del Norte de Valle, trata de ‘colarse’ a toda costa en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y sacarle así el cuerpo a una condena de 30 años que paga en La Picota por delitos de la mafia.

Gildardo Rodríguez Herrera, su verdadero nombre, fue extraditado a los Estados Unidos en el 2008, poco después de que su patrón corriera la misma suerte tras ser capturado por las autoridades colombianas. El hombre enfrentó cargos por narcotráfico y después de una negociación logró una rebaja de 123 meses por colaboración con la justicia.

 

Quedó en libertad en mayo de 2016. El 5 de ese mes abordó un vuelo comercial desde Newark, en el estado de Nueva Jersey, sin imaginarse que las autoridades de Migración y la Policía lo estaban esperando para capturarlo a su ingreso al aeropuerto internacional El Dorado de Bogotá. En el país lo esperaba un proceso por homicidio agravado, narcotráfico y concierto para delinquir que se le seguía en un juzgado de Buga, Valle.

Finalmente recibió una condena de 30 años que ahora intenta desaparecer por cuenta de viejos nexos con algunos jefes de las Farc.

Según su prontuario, entre los 16 y los 18 años estuvo a órdenes de ‘Romaña’ en el frente 53. Pero todo el historial criminal que lo puso en la mira de la justicia lo forjó en el cartel del norte del Valle.

EL TIEMPO confirmó que Gildardo Rodríguez Herrera aparece en las listas de presos que la guerrilla reivindica como suyos. “Guerrillero. Reconocido”, dice el documento en el que aparece su nombre.

Ese banderazo le ha permitido al otrora jefe militar del cartel del Norte del Valle iniciar los pasos para buscar su salida de prisión. En todo caso, el reconocimiento de la guerrilla no es automático, pues el Gobierno se reservó el derecho de objetar nombres para evitar que, como pasó en el proceso de paz con los paramilitares, ‘narcos purasangre’ terminen colados y recibiendo los beneficios de la negociación.

La semana pasada, el ‘Señor de la camisa roja’ firmó el acta de compromiso y solicitó la libertad condicionada ante la JEP. Está a la espera de la respuesta a su solicitud, que debe ser avalada por un juez de garantías. Mientras tanto, ha hecho toda una serie de trámites con miras a presentarse como miembro de las Farc.

Narcotraficante puro

El 27 de abril remitió documentación para solicitar traslado a una zona veredal transitoria de normalización. El 5 de mayo dicha solicitud fue negada porque no estaba en los listados, situación que cambió en las últimas semanas. El juez también le había negado una petición de detención domiciliaria.

El ‘Señor de la camisa roja’, por quien se ofrecían hasta 500 millones de pesos en recompensa, se convirtió en el hombre de confianza de ‘don Diego’ y hace unos quince años fue una de las cabezas de su ejército privado, conocido como ‘los Machos’.

Tras la captura de ‘Don Diego’ en el 2007, ‘el hombre de la camisa roja’ asumió el control de la organización y se unió a Ómar García Varela, ‘Capachivo’. Los dos libraron una guerra territorial contra ‘Carepollo’ y ‘Caballo’, otros lugartenientes del gran capo, que dejó un gran número de muertes en el Valle.

“Movió toneladas de cocaína hacia Estados Unidos y empezó a concretar rutas a Europa. Por eso era un objetivo de alto valor para Colombia y los Estados Unidos”, dijo uno de los oficiales de la Policía que le siguieron los pasos hasta atraparlo.

Gildardo Rodríguez fue capturado en mayo de 2008 por un comando de Fuerzas Especiales de la Dijín y la dirección de Inteligencia de la Policía en una finca en inmediaciones de La Vega, en Cundinamarca. Ese mismo año fue extraditado a Estados Unidos.

Natural de Villavicencio, Meta, Rodríguez entró a trabajar para el cartel de la mano de alias ‘Pispi, un capitán de la Policía que fue retirado de la institución por corrupto y que estaba en la nómina de la mafia. En pocos años pasó de gatillero a jefe de sicarios y, al final, a manejar los envíos de la mafia del norte del Valle. Hace una década, su jefe, ‘don Diego’, también intentó comprar una franquicia para pasar como jefe paramilitar, pero la estratagema fue frustrada por la Policía.

 

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