De celebrity a correo de narco: así actúan los traficantes del PCC en São Paulo

De celebrity a correo de narco: así actúan los traficantes del PCC en São Paulo

De celebrity a correo de narco: así actúan los traficantes del PCC en São Paulo

Fuente: EL CONFIDENCIAL (Ver Noticia Original)

Hasta su detención el mes pasado, Luana Don era tan solo una famosa brasileña de 32 años. Su historia ilustra los innovadores métodos de la organización criminal más profesional de Latinoamérica,

Guapa, rubia, sexy, profesional y… criminal. Hasta el mes pasado Luana Don era tan solo una conocida ‘celebrity’ brasileña de 32 años, que posteaba fotos de su cuerpo escultural en Instagram y lucía ropa íntima provocadora para conseguir más ‘Me gusta’. Modelo, abogada y exreportera de RedeTV!, había alcanzado una cierta fama por sus reportajes de famosos. Una vez incluso el astro del fútbol Neymar la piropeó delante de la cámara. También solía abordar temas mediáticoscomo la prostitución, las casas de swing o el consumo de ayahuasca, una droga ritual que probó durante la grabación de un programa y que le provocó cierto malestar.

Luana parecía ser tan solo una tía buena y lista, que había sabido aprovechar las oportunidades que la vida le había ofrecido. Hasta que su detención en Ilhabela, un isla idílica situada en el litoral de São Paulo, reveló que esta chica hermosa y sensual era en realidad una de las delincuentes más buscadas por la justicia brasileña. Luana está acusada de ser miembro del PCC, el Primer Comando de la Capital, una peligrosísima organización criminal que controla el narcotráfico en la capital económica de Brasil y que a principios de este año protagonizó sangrientos motines en varias cárceles del norte del país. ¿Qué pasa en las cárceles de Brasil? Guerra de narcos para controlar la cocaína de Perú

VALERIA SACCONE. RÍO DE JANEIRO

Haciendo gala de su habilidades de abogada y comunicadora, Luana servía de puente entre las cárceles y las calles, eso es, entre los líderes presos y los soldados que tenían que acatar las órdenes que llegaban desde le otro lado de las rejas. La musa del crimen era la paloma mensajera que entregaba los recados del comando para que topo tipo de actividad criminal fuese ejecutada fuera de los presidios. Y lo hacía a su estilo, escribiendo en sus pechos los mensajes que permitirían al comando llevar a cabo robos millonarios.

Cuando la Policía de São Paulo divulgó su foto y emitió una orden de busca y captura, Luana borró todo rastro en las redes sociales y se refugió en la casa de lujo de un tío, donde organizaba discretas cenas regadas con vino y dedicaba sus días a entrenar su cuerpo musculoso. Pero esta dieta obligatoria de selfies no le evitó la detención, y su rostro lloroso y sin maquillaje acabó saliendo en todos los telediarios.

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