Absuelven a Eduardo Benadives investigado por supuesto negocio ilícito en la DNE

Eduardo José Benavides fue capturado el 4 de febrero de 2016, la noche antes de su matrimonio con la exdirectora del ICBF, Cristina Plazas. En cuestión de días, la Fiscalía reveló el expediente en su contra y expresó que el empresario hacía parte de un grupo de hombres de negocios que se organizaron para adquirir de manera ilegal la finca Jesús del Río, ubicada en el municipio de Zambrano (Bolívar), que había pertenecido al narcotraficante Luis Enrique Ramírez Murillo, alias Mickey, pero que después pasó a estar bajo el dominio de la extinta Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE). Cuatro años después, el Tribunal Superior de Bogotá decidió absolverlo.

Según la decisión del juez del caso, la Fiscalía no presentó el suficiente material probatorio para continuar con el proceso y, en consecuencia, Benavidez quedó absuelto. Esta es la segunda decisión a favor del empresario quien también era investigador por una serie de decisiones irregulares que llevó a la desaparición de la DNE y a un escándalo judicial de marca mayor porque, ha sostenido el ente investigador desde 2011, en la dirección de esta entidad se desviaron procesos y vendieron predios de manera irregular. Según la Fiscalía, ese bien fue declarado extinto en 2004, reconociendo los derechos hipotecarios que tenía el Banco Ganadero.

Cuatro años después, en julio de 2008, la DNE nombró como depositario provisional de la finca al excónsul de Colombia en Hong Kong, José Antonio Mutis Perdomo, y en 2009 pasó a ser propiedad de la firma Inveragricol. La conclusión del ente investigador es que fue una transacción ilegal producto de una concertación de intereses, con un cerebro principal: el exdirector de la DNE Carlos Albornoz. Según la Fiscalía, el exdirector de la DNE, quien fue procesado por múltiples irregularidades y también absuelto, se puso de acuerdo con su amigo Eduardo de Praga Benavides, padre de Eduardo Benavides, para facilitarles a este último y a otros empresarios la manera de quedarse ilegalmente con la finca Jesús del Río.

La cartera que pesaba sobre la hacienda Jesús del Río tenía un valor de $1.200 millones y, en criterio de la Fiscalía, en diciembre de 2007 fue adquirida por la firma Capital & Business, donde José Antonio Mutis era socio. Luego, el 25 de julio de 2008, el propio Mutis fue nombrado depositario provisional del predio. Cinco días después, Mutis otorgó poder a Eduardo José Benavides para administrar la hacienda, a pesar de que no estaba autorizado para delegar esa función ni contaba con la autorización de la DNE.

El 5 de agosto, el predio Jesús del Río fue asumido por Benavides hijo y, al año siguiente, se hizo la vuelta para quedarse con el bien. Desde el comienzo de la investigación, Benavidez se declaró inocente e insistió una y otra vez que no cometió ni una sola irregularidad y que todo se trató de un error en los papeles que tenía la DNE y el Banco Ganadero.