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Álvaro Sarmiento salió de la Fiscalía

Álvaro Sarmiento salió de la Fiscalía

Álvaro Sarmiento salió de la Fiscalía

Fuente: EL ESPECTADOR (Ver Noticia Original)

El exfiscal todavía tiene una indagación preliminar en su contra. En 2015 se denunció que supuestamente recibió un soborno de cientos de miles de dólares de José Ignacio Mira, abogado de los Comba.

Álvaro Sarmiento salió de la Fiscalía. Resultó damnificado por la decisión del fiscal general, Néstor Humberto Ramírez, de suprimir 5.737 cargos de la entidad para los cuales, dijo el alto funcionario, no había presupuesto. A la vez, el fiscal decidió crear 1.031 puestos, pero ese tampoco fue el camino para que Sarmiento se quedara. De esa manera llegó —al menos por ahora— el fin de la carrera como fiscal de este abogado nacido en Ocaña (Norte de Santander), quien trabajaba con el organismo desde 1994.

Sarmiento llegó a ser uno de los fiscales mejor ranqueados. En abril de 2014, el fiscal Eduardo Montealegre lo nombró en un cargo vital: director de la Fiscalía Especializada contra el Crimen Organizado. A esa posición llegó después de haber sido fiscal local durante diez años, luego antiterrorismo, después delegado ante tribunal, y de convertirse en uno de los funcionarios de más confianza de Luis González, con quien trabajó en la Unidad contra las Bandas Emergentes. González es hoy mano derecha del fiscal general, quien le ha confiado ser el portavoz de casos como el asesinato de la pequeña Yuliana Samboní.

Hasta noviembre de 2015, Sarmiento estaba en la mejor de las posiciones. El 24 de ese mes, sin embargo, en una movida discreta fue removido de su cargo y trasladado a una dirección que poco tenía que ver con la experiencia que había acumulado: la del sistema penal acusatorio, cuya función principal es tomar acciones para su fortalecimiento. La oficina del fiscal Montealegre no quiso pronunciarse al respecto, pero en su momento El Espectador divulgó la razón por la cual Sarmiento había sido removido de su cargo.

Esa razón era el reporte que la directora de Fiscalías Especializadas, Caterina Heyck, había enviado a los despachos del fiscal Montealegre y del vicefiscal Jorge Perdomo el 22 de noviembre de 2015. Heyck, en su momento, le confirmó a este diario que había recibido un anónimo enviado por correo postal desde Cartago (Valle), en el cual se aseguraba que José Ignacio Mira, abogado del cartel del Norte del Valle y socio de Ignacio Londoño (asesinado el 20 de julio de 2015), le había pagado a Sarmiento cientos de miles de dólares en sobornos.

El anónimo no fue lo único que se reportó contra Sarmiento. Montealegre y Perdomo conocieron también quejas de que Sarmiento supuestamente trataba de inferir indebidamente en procesos de otros fiscales. Que, sin autorización, se habría reunido más de una vez con abogados del clan Úsuga o de los hermanos Calle Serna, más conocidos como los Comba, a quienes asesoraba Mira. Que, una vez, un abogado de Javier Calle Serna pidió unificar unos procesos de sus clientes y que fuera Sarmiento el encargado. En comité, todos votaron en contra de la solicitud, menos Sarmiento.

José Ignacio Mira, o Gafas, el hombre que supuestamente sobornó a Sarmiento, es un teniente (r) del Ejército que siempre ha sabido caminar por la delgada línea entre lo legal y lo ilegal. Fue uno de los intermediarios que en 2011 estructuraron una propuesta en nombre de los Comba y de otros narcos para entregarse. Con la meta de hacer prosperar esos acercamientos, se supone, los narcos reunieron US$12 millones. En 2014 se denunció que asesores del presidente Santos, como J.J. Rendón, habían recibido el dinero. El asunto nunca se comprobó, Rendón renunció a la campaña presidencial y se fue del país, y el tema murió ahí.

En junio de 2016, seis meses después de su salida de la Dirección contra el Crimen Organizado, la revista Semana divulgó que, al parecer, un grupo de delincuentes había orquestado un plan para ocultar micrófonos en la oficina del vicefiscal Jorge Perdomo. Según Semana, esos mismos delincuentes eran los autores del anónimo contra Sarmiento, cuyo fin era desprestigiar a uno de los funcionarios más cercanos a la Embajada de Estados Unidos. Un mes atrás, en mayo de 2016, el gobierno de EE. UU. le había dado una medalla a Sarmiento como reconocimiento a su labor.

Desde que las denuncias contra Sarmiento empezaron a conocerse, él siempre negó haber cometido cualquier irregularidad y aseguró que su trayectoria de más de dos décadas en la Fiscalía no tenía lunares. La indagación por estos temas en el ente acusador, sin embargo, lleva dos años y no se ha tomado ninguna decisión: ni lo investigan formalmente ni archivan el caso. El expediente está ahora en manos del fiscal delegado ante la Corte Suprema Jorge Hernán Díaz, el mismo que lleva el proceso del exfiscal Rodrigo Aldana —al parecer, muy cercano a Sarmiento— o del Palacio de Justicia.

Esclarecer si el exfiscal Álvaro Sarmiento hizo o no algo fuera de la ley es una deuda que aún tiene la Fiscalía, tanto con el país como con Sarmiento, quien pasó de ser un reconocido fiscal a tener un expediente sin resolver sobre sus hombros. La fiscal Alexandra Ladino, la misma que manejaba los procesos de Interbolsa, fue la primera en quedar al cargo de esta indagación preliminar. Ladino alcanzó a hacer algunas entrevistas, pero el proceso poco avanzó. Ahora es el turno del fiscal Jorge Hernán Díaz para tomar decisiones.

 

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