Así se envían armas desde EE. UU. para narcos y criminales en Colombia
Así se envían armas desde EE. UU. para narcos y criminales en Colombia
Fuente: EL TIEMPO (Ver Noticia Original)
Agencias federales y la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa) identificaron el ‘modus operandi’. César Enrique Guihurt Reyes, de 33 años de edad, está en la mira del Buró Federal de Investigaciones (FBI) y la Agencia de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, por sus siglas en inglés), que evalúan si emiten una solicitud de extradición hacia Estados Unidos en donde al hombre se le sindica de delitos que atentan contra la seguridad nacional. Guihurt fue capturado a mediados de julio en Barranquilla, en una operación contra el tráfico internacional de armas, adelantada por la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa), la Fiscalía General y la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian).
De acuerdo con un investigador de la Polfa que ha estado al frente del caso, Guihurt, conocido como el ‘zar del tráfico de armas’, llegó a Estados Unidos en 2014; allí se dedicó al robo de carros y al tráfico de autopartes. Precisamente en medio de esa actividad delictiva el hombre conoció en detalle cómo se movían las encomiendas y cómo podían burlarse los controles para camuflar elementos, inicialmente autopartes de carros de alta gama cuyo valor en Colombia podría triplicarse.“Guihurt iba y venía de Estados Unidos. En Barranquilla llevaba una vida llena de excentricidades y lujos de ‘traqueto’. Se rodeaba de mujeres, visitaba lugares de alto nivel y gastaba en exceso”, señaló el investigador.
Tráfico de armas: modalidad encomienda
Guihurt se asoció con Francisco Joseph Arcila Ramírez, alias Pacho, para enviar desde Estados Unidos a Colombia armas bajo la modalidad de encomiendas.¿Cómo lo hacían? De acuerdo con el investigador, enviaban las armas (por partes, desarmadas) camufladas en encomiendas de electrodomésticos o equipos de comunicaciones. Dichas encomiendas no podían exceder un peso de 20 kilos y su envío debería costar máximo 2.000 dólares para que no se considerara una exportación en la términos aduaneros. Ese tipo de encomiendas no se verifican ya que se parte de la «buena fe» del supuesto remitente, señalaron las autoridades. Guihurt y Arcila aprovecharon que en Estados Unidos, con base en la Segunda Enmienda, los ciudadanos pueden comprar armas libremente argumentando su protección personal.Su modus operandi, señala la Policía Fiscal y Aduanera, consistía en ubicar ciudadanos norteamericanos que se encargaban de comprar las armas y de registrarlas. Pasado un tiempo, presentaban una denuncia por robo y esas armas (pistolas, revólveres y hasta fusiles) eran las que enviaban a Colombia en encomiendas o envíos urgentes vía aérea. Antes del envío, los hombres alteraban el sistema de identificación de cada arma, “para evitar que las autoridades hicieran rastreo o seguimiento a la misma”, destacó el investigador.
El negocio es redondo, ya que un fusil AR-15 en Estados Unidos puede costar 3.000 dólares, unos 12 millones de pesos; mientras que en Colombia está entre 30 y 35 millones de pesos.Una pistola Glock 19 generación 5 en Estados Unidos se compra en 1.800 dólares, pero en Colombia su valor se ubica sobre los 12 millones de pesos; y una pistola FN Five-Seven (conocida como ‘mata policías’) se compra en 7.000 dólares en Estados Unidos, pero en 50 millones de pesos en Colombia. En Colombia la tenencia de armas está bajo el control del Estado, es decir que su compra y venta es restringida y que para portar o tener un arma se requiere de permisos especiales. Sin embargo, el mercado ilegal de las armas está poniendo en manos de particulares todo tipo de elementos, incluso de alto impacto y letalidad.La captura de Arcila Ramírez, en enero de 2019 en La Florida (EE. UU.), se concretó con base en el intercambio de información entre las agencias federales y la Polfa, que lograron recaudar las pruebas para acusarlo de distribuir armas de fuego sin la licencia exigida, hacer declaraciones falsas a un distribuidor de armas con licencia federal y de confabulación para estafar a Estados Unidos.Esa captura dejó en el radar de las autoridades a Guihurt, quien de acuerdo con la investigación se encargaba en Barranquilla de coordinar la recepción de las encomiendas o envíos urgentes, ensamblar cada pieza del arma y comercializarla a redes delictivas como el Eln, el ‘clan del Golfo’ y en su momento hasta a ‘los Pelusos’.Los investigadores señalaron que algunos narcotraficantes están pidiendo el envío de las pistolas Five Seven, al considerar que por su valor y significado en el bajo mundo les dan estatus. En marzo de este año se concretó la prueba reina contra Guihurt, la incautación en Barranquilla de dos fusiles, dos partes esenciales para pistola Five Seven y 16 cargadores para pistola.
Agencias y Polfa sellan acuerdos
En medio de este panorama, las autoridades de Estados Unidos y Colombia se unieron para frenar el tráfico de armas. «Los delincuentes están confiados en que no hay como hacerle seguimiento a las armas y eso no es tan cierto, porque agencias en Estados Unidos han logrado convenios con las casas fabricantes de las armas y han incrustado un número oculto», aseguró a EL TIEMPO el coronel Gelber Cortés Rueda, director de la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa). Señaló que la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (AFT) de Estados Unidos ha estado al frente de este proceso para combatir el tráfico internacional de armas. El coronel Cortés aseguró que en un trabajo coordinado con la Dirección de Impuestos y Aduana Nacionales y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos, se han logrado identificar estructuras criminales dedicadas al tráfico de armas de fuego que «delinquen en las zonas metropolitanas de Cali, Medellín, Bogotá, Barranquilla y municipios aledaños, que utilizan la modalidad aduanera de tráfico postal y envíos urgentes para su actuar».El director de la Polfa afirmó que desde 2018 se han ejecutado 13 operaciones, que han permitido la captura de 71 personas ligadas al tráfico de armas. Ese delito, en Colombia, da una pena entre 14 y 17 años de cárcel, porque se le suman delitos como concierto para delinquir. En medio de esas operaciones se han incautado 71 fusiles y 52 pistolas. (Ver gráfico).
El coronel Cortés señaló que en Colombia se viene adelantando un trabajo muy fuerte, de intercambio de información en tiempo real y de carácter operativo, con la policía judicial Internacional (ICE/HSI, Embajada de los Estados Unidos).Así han logrado incautar armas y munición que había llegado al país «porque las incautaciones no solo se hacen en el aeropuerto. Se hacen seguimientos y labores investigativas que nos han permitido concretar los resultados mencionados»