EE. UU. investiga la venta de membresías de las Farc a narcos
EE. UU. investiga la venta de membresías de las Farc a narcos
Fuente: EL TIEMPO (Ver Noticia Original)
El defensor de capos Joaquín Pérez asegura además que ex-Farc cedieron franquicias del negocio.
“Al menos tres abogados colombianos están siendo investigados en Estados Unidos por la venta de ‘membresías’ de las Farc a narcos, para acogerse a la Justicia Especial para la Paz y prevenir así su extradición”.
La afirmación la hace el abogado cubanoamericano Joaquín Pérez, uno de los pioneros en las negociaciones entre capos y la justicia de Estados Unidos, que ha tenido entre sus clientes a Salvatore Mancuso, Carlos Castaño y Rodrigo Tovar Pupo,alias Jorge 40, y que ahora representa a la nueva generación de mafiosos de Tumaco, Cali y Medellín, y hasta de disparadores de droga por Venezuela.
En entrevista con EL TIEMPO, Pérez aseguró que ya hay narcotraficantes extraditados que están identificando a los responsables de esas transacciones, quienes les vendieron la ilusión de que no iban a ser enviados a Estados Unidos. Al menos uno de los capos que ya han testificado apareció en el listado de 25 narcotraficantes colados que EL TIEMPO reveló en septiembre y que fueron presentados como desmovilizados en las listas que Iván Márquez le entregó al Gobierno Nacional.
En su momento, la oficina del Alto Comisionado para la Paz advirtió que gracias a las alertas y los filtros que establecieron, estos narcos nunca fueron certificados y no se beneficiaron de la Justicia Especial para la Paz.Pero en Estados Unidos van a ir más allá.
‘Narcofranquicias’
Además de la investigación por la venta de ‘membresías’, Pérez señaló que, tras el acuerdo de paz que el gobierno de Juan Manuel Santos firmó con las Farc, surgió otro fenómeno que también preocupa a Washington: la venta de ‘narcofranquicias’ por parte de exmiembros de las Farc.
“Se está registrando una transferencia y control del narcotráfico en ciertas áreas vitales del negocio. Mandos de las Farc se los heredaron a sus subalternos, que directa o indirectamente siguen conectados a la organización”, explicó Pérez. El abogado precisó que en áreas de cultivo de coca siguen operando jefes como Géner García Molina, alias John 40. Y añadió que en las regiones con acceso al mar, en la zona que va de Buenaventura al norte de Ecuador, la DEA tiene evidencias de que personas como David Segura, alias David, y Walter Patricio Arizala, alias Guacho, siguen actuando.
“Básicamente, estos comandantes han heredado las áreas anteriormente controladas por las Farc y pagan un tributo financiero a personajes que ahora tratan de afianzarse y promoverse políticamente”, dijo Pérez.
Y no dudó en comparar la situación actual con los desmanes y las ventas de franquicia a narcos purasangre durante la desmovilización de los paramilitares, donde explica que los jefes estaban protegidos en Santa Fe de Ralito –el pueblo cordobés donde se adelantaban las negociaciones con el Gobierno–, mientras los subalternos seguían generando fondos para la organización criminal, cuyos jefes él representó en EE. UU. Pérez agregó que fuentes en Estados Unidos temen que fondos del narcotráfico puedan circular en zonas afines a las Farc durante las próximas elecciones en Colombia.
El desembarco mexicano
Además, sostiene que representantes de los carteles mexicanos están viajando a ciudades como Cali para comprar directamente la droga.Según Pérez, sus clientes de más peso le revelaron que los narcos de ese país son los que actualmente hacen las inversiones más importantes en Colombia y visitan varias regiones (incluido el bajo Cauca) para comprar la cocaína y organizar los envíos.
“El negocio está financiado y controlado por las organizaciones mexicanas, pues son ellos los que se encargan ahora de vender la droga en Estados Unidos. Los narcos colombianos prefieren ganar menos, pero evitar problemas con los Estados Unidos”, señaló Pérez.
La información del abogado coincide con recientes informes de la Defensoría del Pueblo y de organismos de inteligencia que dan cuenta del desembarco de la mafia mexicana en el país y del patrocinio que están haciendo de bandas criminales.De hecho, un grupo de denominado los ‘J. J.’, aparentemente bajo el control del cartel de Sinaloa, ya hace presencia en Córdoba, en límites con Antioquia.