El proceso contra “Chicho” Serna en Argentina y la defensa del exfutbolista
El proceso contra “Chicho” Serna en Argentina y la defensa del exfutbolista
Fuente: EL ESPECTADOR (Ver Noticia Original)
El exintegrante de la selección Colombia fue llamado a juicio por, supuestamente, haber pertenecido a la red de lavado de activos de José Bayron Piedrahíta, un hombre que se enriqueció con el cartel de Cali y trató de blanquear su patrimonio en Argentina. En entrevista con este diario, su abogada sostiene que esta es una “causa construida”.
Mauricio “Chicho” Serna, uno de los exjugadores más queridos por los seguidores del Boca Juniors, se encuentra en el peor de los mundos. Desde octubre de 2017 su nombre figura en un expediente judicial junto a José Bayron Piedrahíta Ceballos, un antiguo colaborador del cartel de Cali; y junto a la viuda de Pablo Escobar (María Isabel Santos) y su hijo, Sebastián Marroquín (o Juan Pablo Escobar). Según la justicia argentina, Serna y los Escobar hicieron “un aporte, de carácter esencial, para el cumplimiento de los objetivos de la asociación investigada en autos”: la red de lavado de activos que, dice la Fiscalía de ese país, montó Piedrahíta Ceballos. (José Bayron Piedrahíta y los socios con los que quiso triunfar en Argentina)
De acuerdo con el documento con que el juez federal Néstor Barral elevó a juicio el proceso contra Serna, los Escobar, Piedrahíta y cinco argentinos, en poder deEl Espectador,este es el porqué de los problemas del exfutbolista: “En parte, a través del intercambio de bienes que (Piedrahíta) efectuara con Mauricio Alberto Serna Valencia, que denominaran ‘cambalache’ (…) Piedrahíta logró ingresar al mercado financiero argentino más de tres millones de dólares estadounidenses y un millón y medio de pesos, los cuales se sospecha obtuvo por medio de las maniobras narcocriminales que llevó adelante desde –cuanto menos– la década de 1990”.
Cuando rindió su indagatoria, Serna confirmó haberle vendido una casa y dos lotes a Piedrahíta. Dijo que no realizó más negocios con él, pero que tampoco tenía motivos para no volver a hacerlos, pues ni en 2008 ni en ningún momento hizo nada ilegal. La Fiscalía argentina dice que Piedrahíta se los vendió a los 15 días a Mateo Corvo Dolcet por el doble de su valor, prueba irrefutable para el organismo de un lavado de activos. Serna declaró que él no participó en ese segundo negocio y que, por ende, no podían atribuirle responsabilidad al respecto. “Lo importante es determinar qué hizo Piedrahita con los inmuebles”, resalta Barbitta. (La defensa de los Escobar en el lío judicial en que resultaron implicados en Argentina)
“Antes de 2016, Piedrahita entraba y salía de la Argentina. Caminaba por Colombia, por otros países. En 2008 la DEA no tenía problemas con la Piedrahita”, señala la abogada. El 3 de mayo de 2016, ocho años después de que “Chicho” Serna traspasara a nombre de Piedrahíta dos lotes suyos y una casa por US$550.000, la reputación del empresario de frigoríficos y ganado se vino a pique. Ese día, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del gobierno estadounidense lo incluyó en la temida Lista Clinton. “Proporciona apoyo material al grupo criminal La Oficina de Envigado (La Oficina)”, indicó entonces la Embajada de Estados Unidos en Colombia.
El 29 de septiembre de 2017, Piedrahíta fue detenido en su hacienda La Contadora, en Caucasia. En octubre de ese mismo año fueron allanadas las oficinas de Corvo Dolcet, un abogado que trató de construir una estación de trenes en una zona llamada Pilar, de la provincia de Buenos Aires. A ese negocio se unió Piedrahíta y por ese allanamiento salieron a flote los nombres de “Chicho” Serna y de la viuda y el hijo de Pablo Escobar. Estos dos últimos presentaron a Piedrahíta con Corvo Dolcet y establecieron una comisión del 4,5 % por cada inversión que Piedrahíta transara con Corvo Dolcet.
Por esas maniobras tanto Piedrahíta como Ciccione fueron condenados recientemente; Piedrahíta se libró de una condena por nexos con el narcotráfico. Lo que alega la abogada de “Chicho” Serna es que, para 2008, Piedrahíta entraba y salía de la Argentina como Pedro por su casa, por lo que el exfutbolista no tenía razones para sospechar de él. “Serna adquirió los inmuebles (que vendió a Piedrahíta) por su trabajo. No está en discusión la compra de esos inmuebles, eso que quede clarísimo”, dice la abogada Barbitta. Aunque, en la elevación a juicio contra Serna y los demás, aparece otro cuestionamiento a Serna que su defensora refuta con vehemencia.
En una confesión que hizo ese año, bajo lo que en Argentina llaman la figura del “arrepentido”, José Bayron Piedrahíta aseguró que la casa “de San Diego (…) era de Carlos Mario Aguilar”, el exjefe de la Oficina de Envigado. “¿. Ahora se les ocurre que en realidad esos inmuebles pertenecen a ese tipo y ‘Chicho’ es un testaferro?”, reclama la abogada del exjugador del Boca Juniors. Barbitta explica que en 2019, poco antes de que la Fiscalía culminara la recolección de evidencias, esta señaló por primera vez la supuesta relación entre “Chicho” Serna y Rogelio.Barbitta asegura que Serna pidió una ampliación de su indagatoria, pero no se lo permitieron.
En el auto de elevación a juicio, tal como lo indica la abogada Barbitta, no hay más pruebas del supuesto vínculo entre “Chicho” Serna y Carlos Mario Aguilar que la confesión de Piedrahíta. Según el documento, por haberse prestado para ocultar bienes de un narcotraficante (quien sería Aguilar) y por haber vendido sus propiedades a Piedrahíta “a un precio irrisorio y ficticio”, Mauricio “Chicho” Serna realizó “un aporte esencial para el cumplimiento de los objetivos criminales de la estructura ilícita mencionada”. “¿Irrisorio y ficticio”, cuestiona la abogada del deportista. “¿Con base en qué aseguran eso?”.
“Es tan endeble esta situación que en cualquier momento va a explotar”, agrega la litigante, quien también recrimina que no ha tenido acceso al video de la confesión de José Bayron Piedrahíta, a pesar de que legalmente tiene derecho a ello. Esa declaración la rindió en Estados Unidos, en donde estuvo tras las rejas desde el 5 de abril de 2019 hasta noviembre de ese mismo año. Al final, por sobornar al agente Ciccione, le correspondió pagar dos años y tres meses en prisión y se tuvo en cuenta su tiempo detenido en Colombia desde septiembre de 2017. Piedrahíta fue deportado a Colombia apenas cumplió su pena.