El valioso narcolote que permanecía ‘oculto’ en Bogotá
El valioso narcolote que permanecía ‘oculto’ en Bogotá
Fuente: EL TIEMPO (Ver Noticia Original)
Vale $55.942 millones y puede albergar una torre Colpatria. Mercado de Pulgas se opone a venta. Pedro Pablo Rayo Montañofiguraba en la lista de los 40 narcotraficantes más buscados del país. La Policía tenía evidencia de que, en los 90, hizo parte activa del cartel de Cali, en llave con el capo Hélmer Herrera.
Cuando Rayo fue capturado, en São Paulo (Brasil), se descubrió que la fortuna de su clan estaba representada en galerías de arte, yates, empresas pesqueras, bienes raíces en Colombia, Estados Unidos y Brasil y hasta tres islas en la costa de Panamá.Desde 1999, la Fiscalía incautó varios bienes, incluido un narcolote que hace un mes se convirtió en la ‘joya de la corona’ de la Sociedad de Activos Especiales (SAE).
Cuando el actual presidente de la SAE, Andrés Ávila, preguntó cuáles eran los activos más valiosos en poder del Estado, el narcolote de Rayo salió a relucir, a pesar de que había pasado de agache en enajenaciones anteriores.
Contra lo que se creía, es más caro que la llamada ‘casa Gacha’, vendida hace tres años a la embajada China en 49.839 millones de pesos.
Si bien figura con un avalúo catastral de 19.000 millones de pesos, fue valorado en 55.942 millones. Tiene 5267.9 metros cuadrados y queda en la calle 24 con carrera 6.ª, centro de Bogotá, al lado del Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO). Y al contrario de lo que sucede con la ‘casa Gacha’, no tiene restricciones urbanísticas.
“Se puede levantar una torre igual a la de Colpatria, viviendas multifamiliares, un centro de convenciones, entre otros usos”, le explicó a EL TIEMPO el presidente de la SAE.
¿Por qué si el Gobierno y la Fiscalía han insistido tanto en la necesidad de monetizar estos bienes, el narcolote de Rayo no se vendió en 20 años? EL TIEMPO investigó y encontró varias sorpresas.
¿Pulgas o plata?
Un fallo de primera instancia, del juzgado 14 del Circuito Especializado de Bogotá, decreto su extinción de dominio, en 2011, y lo dejó listo para enajenarlo. Un año después, el Tribunal Superior de Bogotá anuló parcialmente el proceso, regresándolo a la Fiscalía.
Hoy, 22 años después de su incautación, la Fiscalía 28 está iniciando la etapa probatoria.
Mientras eso sucedía, la vieja Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE), en 2002, nombró como depositario provisional del narcolote al MAMBO y la SAE lo ratificó.
El museo recibió la custodia de los activos, la representación legal y la operación de la sociedad Parqueaderos del Futuro, a la cual estaba ligado el narcolote.
Y desde diciembre de 1999 hay un contrato de arrendamiento con la Asociación Mercado de Las Pulgas San Alejo (Ampsa), patrimonio cultural de Bogotá, que usa el lote domingos y días festivos.
Aunque era un uso transitorio, alcaldes locales y políticos pidieron que se mantuviera el arriendo con Ampsa. Y el MAMBO buscó, sin suerte, que el Distrito comprara el predio para ampliar el museo.
Cuando se anunció su venta, un representante de los arrendatarios pidió frenar la subasta. Alegan que la venta del lote pone en grave riesgo de subsistencia a los miembros de las pulgas, una asociación que fundó el propio Distrito en 1983.
Según cuentas oficiales, entre 2002 y 2014, la DNE registró un recaudo de 634 millones de pesos por la productividad del parqueadero. Y la SAE va a recibir 400 millones adicionales.
Frente a esto, Ávila dio la instrucción de enajenarlo. De hecho, el 14 de octubre se sacó a subasta, por 55.942’559.150 de pesos. Pero se declaró desierta, porque no hubo ofertas. EL TIEMPO supo que se le acaba de hacer una rebaja de 4.000 millones, se volvió a sacar a la venta y ya hay dos interesados.