Este es alias Sobrino, el narco involucrado en apoyo a la campaña de Petro
Este es alias Sobrino, el narco involucrado en apoyo a la campaña de Petro
Fuente: EL ESPECTADOR (Ver Noticia Original)
Se trata de Juan Carlos López Macías, más conocido como alias Sobrino, un narcotraficante que fue extraditado a Estados Unidos en 2013, y que en 2022, luego de varios años de haber regresado a Colombia, fue recapturado por continuar con actividades relacionadas con el narcotráfico.
Un informe especial de Noticias Caracol publicado este domingo en la noche revela que Juan Carlos López Macías alias El Sobrino, un narco condenado, y su esposa, Sandra Navarro Trujillo, habrían apoyado la campaña presidencial de Gustavo Petro en el departamento de Casanare. Según dio a conocer el noticiero, Sandra Navarro fue parte del comité de la Colombia Humana durante la campaña y en su propia casa se celebraron constantes mítines políticos.
“El encargado de articular la organización y mantener el vínculo directo con otras organizaciones criminales, según las informaciones recaudadas, era el presunto cabecilla, quien fue capturado en el municipio de Yopal (Casanare). Se trata de Juan Carlos López Macias, alias Sobrino o El Grande, señalado como inversionista y articulador que, coordinaba la producción, seguridad de los cargamentos, transporte desde zonas de producción hasta el departamento de La Guajira”, explicó la Policía para ese momento.
Según la investigación, la banda de Sobrino enviaba hasta tres toneladas de cocaína mensuales, a través de lanchas rápidas y ocultas en barcos que a simple vista parecían pesqueros. Una vez la droga llegaba a Centroamérica, los socios narcotraficantes la ocultaban en contenedores. Las autoridades dieron con Sobrino, dado que entre 2020 y 2021 se le cayeron dos envíos, los cuales fueron incautados por agentes de Estados Unidos. Ahí empezó la persecución, que años después entrega detalles singulares.
Al momento de su captura, las autoridades encontraron que este hombre tenía casi una docena de vehículos de alta gama. En ellos, según las autoridades, se desplazaba y acompañaba en Bogotá y Cali con “exuberantes mujeres” quienes tenían conocimiento de las actividades. Las mismas mujeres identificadas, se conoció, asistían a reuniones de narcos que culminaban en fiestas en hoteles, fincas de descansos o lujosos apartamentos, inundados con los más costosos licores.