En Estados Unidos, por su lado, fue mencionado por José Gabriel Álvarez Ortiz, otro de los procesados que terminó aceptando cargos para lograr una rebaja de pena. Precisamente, Picón Rodríguez firmó el pasado 14 de diciembre un escrito de aceptación de cargos que EL TIEMPO conoció.El documento de 12 páginas consigna un resumen de los hechos por los que es procesado y su aceptación por conspiración para distribuir una sustancia controlada con el propósito de importación, que tiene una pena mínima de 10 años y una condena máxima de cadena perpetua, dice el escrito.
Frente a los hechos, la justicia norteamericana señala que entre febrero y marzo de 2019 agentes encubiertos del FBI y la Policía colombiana hicieron una compra controlada de 30 kilos de cocaína para enviarla Houston, Texas. La droga la negociaron con Jaime Picón Rodríguez (otro de los procesados), quien junto a otras personas “se dedicaban a la producción, venta y tráfico de cocaína para el frente de guerra Nororiental Eln”, en la región de Catatumbo, según el escrito.
Por esos 30 kilos de coca se negoció un precio de unos 45.000 dólares, de los cuales la primera cuota, de 120 millones de pesos, se pagó el 25 de febrero de 2019, cuando dos agentes encubiertos de la Policía de Colombia se reunieron en Cúcuta con Diomedes Barbosa Montaño y José Gabriel Álvarez Ortiz
El 22 de marzo siguiente, en Villa del Rosario, Norte de Santander, se pagaron los 43 millones de pesos restantes y Henry Trigos Celón –el primero de los elenos condenados en EE. UU.– les entregó a los policías encubiertos los 30 kilos de coca. Según confesó Álvarez Ortiz, quien acaba de ser condenado, Yamit Picón Rodríguez suministró parte de los 30 kilos de droga y las ganancias de esa venta se las entregaron a él.
Ahora, en el escrito de aceptación de cargos de Yamit Picón se señala que en medio de la investigación fue identificado como el hermano de Jaime Picón (quien vendió la droga) y tuvo participación en el esquema de narcotráfico por haber guardado entre 5 y 15 kilos de cocaína en una casa de su propiedad, por lo cual recibió un pago.
Por eso en su acuerdo de aceptación se lee que se considera que él fue un «participante mínimo»en el esquema criminal y, a cambio de aceptar uno de los cargos y entregar información a las autoridades, el gobierno norteamericano se comprometió a desestimar los demás cargos en su contra.