Las irregularidades de Bioenergy la planta de Ecopetrol en Puerto López Meta

Las irregularidades de Bioenergy la planta de Ecopetrol en Puerto López Meta

Las irregularidades de Bioenergy la planta de Ecopetrol en Puerto López Meta

Fuente: EL ESPECTADOR (Ver Noticia Original)

La Fiscalía empieza a dar sus primeros pasos para investigar las irregularidades que se habrían dado en la planta de bioetanol de Puerto López (Meta). La Contraloría, por su parte, ha señalado los sobrecostos de la construcción y las relaciones cercanas entre quienes formaron parte del multimillonario negocio.

En las últimas dos semanas, en medio de las discusiones con respecto a la vuelta del asperjado aéreo con glifosato y el escándalo de las “chuzadas” en el interior de la Fiscalía, entre otras noticias, pasó de agache la imputación de cargos en contra de dos exdirectivos de Bioenergy por interés indebido en celebración de contratos. Se trata de la filial de Ecopetrol que desde 2010 hasta 2016 construyó en Puerto López (Meta) la planta de procesamiento de etanol más grande del país, El Alcaraván. Según la Fiscalía, el exgerente de la filial petrolera, Jaime Flórez Muñoz, habría firmado en junio de 2010 de manera irregular un contrato de US$350 millones con la empresa española Isolux Corsal, la cual no tenía experiencia en la construcción de grandes proyectos agroindustriales.

De acuerdo con las investigaciones, la suscripción de este contrato habría derivado en los retrasos que luego sufrió la megaobra, la cual debía estar lista a mediados de 2012 y no cuatro años después, como terminó sucediendo. En el contrato cuestionado participó también el exgerente de Isolux, Ignacio Revilla Fernández, la segunda persona investigada por las autoridades colombianas. La propia Contraloría, primer órgano que advirtió sobre las presuntas irregularidades en las obras, señaló las similitudes que se han presentado en contratación y sobrecostos entre la Refinería de Cartagena (Reficar) y Bioenergy, los dos grandes proyectos de la poderosa petrolera estatal.

El órgano contralor determinó en julio de 2017, al igual que en el caso Reficar, que la modalidad con la que Bioenergy suscribió ese contrato denominado “llave en mano” (es decir, pago contra factura) generó que la obra terminara costando el doble de lo presupuestado inicialmente. El costo final fue de US$778 millones. De acuerdo con las pesquisas de la Contraloría, en el proceso de adjudicación -al cual también se presentaron Engevix Engenharia y Praj-Schrader Camargo-, “Isolux no ofrecía certeza sobre el cumplimiento de los requisitos determinados en el pliego de condiciones referentes al tipo de contrato, objeto, obligaciones contractuales”, su experiencia en la construcción de este tipo de plantas, el valor de la obra y la fecha de finalización del contrato.

Por el tiempo que duró la planta inactiva, según cuentas del ente contralor, Bioenergy dejó de recibir ganancias por cerca de $577.824 millones. Incluso, durante ese tiempo, el proyecto pagó a Riopaila Castilla $24.223 millones por una caña de azúcar que no fue utilizada para la producción de etanol carburante. Se estima que fueron 158.338 toneladas desde 2014. “La planta debió haberse calificado de inviable si se hubiera valorado correctamente en su momento. Hoy no aporta ningún valor a los colombianos y ha generado costos adicionales, por lo que es difícil que resulte rentable para sus accionistas. Sobre todo, porque el horizonte de recuperación de la inversión es mayor a 20 años”, señaló la Contraloría en su momento.

Estos hallazgos de manejos irregulares de recursos del Estado, los cuales fueron denominados de “impacto nacional” por el entonces contralor general, Edgardo Maya, llegaron a finales de 2016 a la Unidad Anticorrupción de la Fiscalía que, para ese entonces, estaba bajo el mando de quien es hoy el testigo estrella del escándalo del cartel de la toga: Luis Gustavo Moreno. Esos expedientes donde reposan los sobrecostos y los presuntos conflictos de intereses no fueron prioridad del extraditado exfiscal. Según el diario El Tiempo, Moreno impidió que se avanzara en estas pesquisas asignando “casos menores a los fiscales a cargo e, incluso, se embolataron algunas pruebas”.

Un polémico historial

Aunque la multinacional española Isolux es reconocida a nivel mundial por la construcción de megaobras, también lo es por haber dejado abandonadas a mitad de camino algunas iniciativas. Por ejemplo, en Chile, en 2015, el gobierno de ese país le quitó cuatro de siete proyectos por sus constantes incumplimientos y sobrecostos; y es investigada por supuestamente haber dado sobornos para conseguir megacontratos en el país austral. El exgerente general en Argentina de la constructora, Juan Carlos de Goicoechea, reconoció ante la justicia argentina en agosto pasado que esa empresa realizó pagos ilícitos para obtener obras públicas durante los gobiernos kirchneristas.

También te podría gustar...