Medidas panameñas anti lavado pudo afectar venta de autos
Eyda Varela, viceministra de Economía y Finanzas, dijo a periodistas en junio pasado, que la explicación ofrecida por empresarios del sector es porque no pueden vender en efectivo, y ‘a mí me parece que eso es positivo’.
Es una medida de que el aumento era de dinero que pudiera no ser limpio, por tanto -afirmó- ‘si seguimos creciendo al actual ritmo de manera más transparente y controlando mejor el blanqueo de capitales’, es beneficioso para nuestro país.
Pero otro criterio tiene la Asociación de Distribuidores de Autos, al considerar la baja como consecuencia de menos ingresos de la población y, por tanto, los consumidores priorizan sus gastos y postergan la compra de autos.
Un reciente informe de la Contraloría General, con cifras hasta el quinto mes de 2017, ratificó la tendencia a la baja en la comercialización experimentada desde enero, con una fuerte reducción de los vehículos de trabajo como pickup, ómnibus, microbuses y paneles, a los que se sumaron las líneas de lujo.
Al comparar con similar período del pasado año, las ventas cayeron en dos mil 904 unidades; no obstante 24 mil 553 nuevos automotores inundaron las ya colapsadas calles y vías de accesos de las principales ciudades panameñas, lo que en esta capital constituye un caos a todas las horas del día.
La Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre tenía inscritos hasta noviembre del pasado año, un millón 221 mil 999 automotores, lo que reflejó una proporción de uno por cada tres habitantes, y las estadísticas ubican al 75 por ciento de los vehículos en la capital y la vecina Panamá Oeste.
Pobre ingeniería de tránsito, mal estado de las calles e insuficiente capacidad de las vías versus la carga vehicular, son los elementos que a diario señalan aquí los choferes que enfrentan embotellamientos de hasta dos horas, para tramos que apenas consumirían de 15 a 20 minutos de trayecto.
A pesar de ello, promociones de las agencias automotrices en combinación con los bancos locales, ofrecen atractivas oportunidades para asalariados, quienes de esa manera evaden enfrentarse al deficiente servicio público de transporte masivo.