«No voy a mentir sobre Óscar I. Zuluaga»: Otto Bula a Andrés Vélez
«No voy a mentir sobre Óscar I. Zuluaga»: Otto Bula a Andrés Vélez
Fuente: EL ESPECTADOR (Ver Noticia Original)
El Espectador conoció el audio de una conversación en la que Vélez, un testigo de la parapolítica acusado de mentiroso, le pide a Otto Bula difundir un “chisme” a la Corte Suprema sobre el excandidato presidencial.
Luego de trascender en medios que un testigo de la parapolítica, Andrés Vélez Franco, había declarado sobre supuestos beneficios que el excongresista Otto Bulahabía recibido en procesos de extinción de dominio y lavado de activos, El Espectador conoció un audio en poder de la Fiscalía que revela una relación particular: una vieja amistad entre Bula y Vélez. En la conversación, que al parecer tuvo lugar en una cafetería de Bogotá a principios de 2015, Vélez le pide a Bula que le ayude ante la Corte Suprema a ratificar una declaración con la que quedarían mal parados Óscar Iván Zuluaga, Nancy Patricia Gutiérrez y Musa Besayle.
La grabación tiene hoy vital importancia para entender los nexos entre Otto Bula, Andrés Vélez y el fiscal Rodrigo Aldana. El funcionario ha sido mencionado en los últimos días porque se reunió con Bula al menos seis veces, y la última fue en diciembre de 2016. Bula fue capturado por el escándalo de Odebrecht en enero de 2017. Además, deja al descubierto las ínfulas que se daba el testigo Vélez sobre el supuesto poder que tenía en la Corte Suprema, sus relaciones con magistrados y su capacidad para “limpiar” el nombre de sus amigos. Asimismo, la grabación devela supuestos regalos a funcionarios y la negativa de Bula a mentir para secundar a Vélez en “chismes que no conocía”.
Desde 2012, Andrés Vélez dio rienda suelta a sus declaraciones judiciales. Para muchos, no más que una sarta de mentiras. Lo cierto es que ha hablado de lo divino y lo humano. Personas que se mueven en el mundo judicial dicen que sólo le faltó ser testigo en el caso Colmenares. Andrés Vélez proviene del Valle del Cauca, fue testaferro del Bloque Centauros en los Llanos Orientales y fue condenado a 21 años de cárcel por lavarles a las Auc más de US$8 millones. En 2004, admitió a la Fiscalía que por ser drogadicto era mitómano. Fue condenado además por estafa, pero hoy está libre y su pena suspendida por una afección cardíaca.
El origen del escándalo
Para entender el contexto en el que se da la conversación entre Otto Bula y Andrés Vélez hay que regresar hasta 2011, fecha en la que Otto Bula entró en el radar de las autoridades. Si bien había sido mencionado en una investigación contra la Oficina de Envigado adelantada por la DEA hace más de 10 años, la lupa se puso sobre él luego de dos allanamientos que hizo la Corte Suprema de Justicia en abril de 2011 en las oficinas de la firma de abogados Sanín & Duque y de la Fundación Bertha Arias de Botero. Ahí se encontraron documentos que relacionaban los negocios de Otto Bula con Mario Uribe y una empresa llamada Agasinú, en Córdoba. Entonces se compulsaron copias a la Fiscalía y se abrió un proceso de extinción de dominio.
Para esa época Otto Bula terminó inmerso en un expediente que lo relacionaba con propiedades de los hermanos Álvarez Meyendorff, posteriormente comprometidos con el narcotráfico en Argentina. Bula fue a tocar la puerta de la Fiscalía para explicar sus negocios, en los que aparecía vinculado con testaferros de la Oficina de Envigado, paramilitares y sociedades dedicadas a esconder plata del narcotráfico. El 22 de agosto de 2012, en versión libre, Bula dijo que sus negocios eran legales y que tenía toda la documentación para probarlo.
Respecto a la finca en Córdoba que le compró al Consorcio Agroganadero del Valle del Sinú, la empresa con la que los hermanos Ignacio y Juan Fernando Álvarez Meyendorff lavaron millones de dólares, Bula dijo que fue un negocio legal. Sostuvo que se la compró a los primeros dueños del consorcio, los cuales eran negociantes muy reconocidos de Córdoba que, luego del negocio, vendieron la sociedad a los Álvarez Meyendorff.
¿Cómo terminó Bula vinculado a Andrés Vélez? Tras hacerse públicas las reuniones entre el excongresista y el fiscal delegado ante el Tribunal, Rodrigo Aldana, se conoció también que este último adelantó hace cuatro años la extinción de dominio de bienes del clan Álvarez Meyendorff. Aldana le confirmó a El Tiempo que sí se reunió con Bula, pero que todo fue en el marco de la investigación, y que nunca le pidió dinero para archivar su caso o evitar que lo embargaran. Bula le tomó confianza a Aldana, dijo éste, y en medio de otro proceso por negocios con la Oficina de Envigado pidió ayuda al fiscal para que le recibiera una denuncia por extorsión que presentó en 2013.
En esa denuncia relató que miembros de la Oficina de Envigado los estaban extorsionando a él y su familia al pedirle $13.000 millones. Supuestamente, lo estaban amenazando por echarse para atrás en la compra de unos bienes que estaban a nombre de un tal Dagoberto García, alias Percherón, un testaferro que fue extraditado a Estados Unidos. El favor que al parecer en 2013 le pidió Bula a Aldana, a quien conocía desde un año atrás, era que lo contactara con alguien de la DEA porque su seguridad personal estaba en peligro.
Hoy la Fiscalía investiga la relación entre Aldana y Bula, y busca establecer si uno de los protagonistas del escándalo de Odebrecht recibió beneficios en la Fiscalía. Una de las personas que al parecer ha entregado información al respecto es Andrés Vélez, viejo conocido de Bula y de Aldana. Al menos se reunió en múltiples oportunidades con ellos y mantuvo una relación cercana con la Fiscalía —que hoy está en entredicho porque al parecer mintió—. Pero, ¿cómo terminó esa relación en medio de denuncias y peleas?
Viejos conocidos
En una denuncia que interpuso el 20 de octubre de 2016 el fiscal Aldana contra Andrés Vélez se lee que se volvieron amigos cercanos, al punto que Vélez manejó negocios familiares de Aldana. El fiscal relató que conoció a Vélez en 2011 cuando el coordinador de investigadores de parapolítica en la Corte Suprema, el exmagistrado auxiliar Iván Velásquez, solicitó apoyo de la Fiscalía y el grupo GELA de la Embajada Británica para trabajar con testigos y personas que no eran aforados y entregaban información. Ahí apareció Andrés Vélez, quien se convirtió en fuente de Aldana.
Otto Bula conoció a Andrés Velez a mitad del año 2013. Personas cercanas al excongresista relataron que cuatro meses después de que interpuso la denuncia de extorsión de parte de la Oficina de Envigado y le pidiera ayuda al fiscal Aldana a principios de ese mismo año, conoció a Andrés Vélez en un hotel al norte de Bogotá. Según le dijeron a este diario, Andrés Vélez y Rodrigo Aldana estaban juntos en un café cuando por coincidencia se encontraron con Otto Bula. Aldana presentó a Bula con Vélez. Desde ese momento los tres empezaron a intercambiar llamadas y a entablar diversos encuentros.
Sin embargo, Aldana dijo algo diferente a El Tiempo: que Vélez fue quien le presentó a Bula. Supuestamente, en el marco de las investigaciones del caso Álvarez Meyendorff, Vélez llevó a la Fiscalía a un contador identificado como Juan Carlos Chela. Posteriormente habría llevado a Bula para que explicara cuál era su relación con el tema. Además, sostuvo Aldana, Vélez le pidió plata en su nombre a Bula para supuestamente beneficiarlo. Tanto el fiscal como Bula negaron haber recibido o entregado algún dinero.
A la par que crecía esa relación, Andrés Vélez se fue convirtiendo en un testigo de múltiples casos de relevancia para las autoridades. Fuentes consultadas en las altas cortes precisaron que fue tanta la confianza que le tenía Aldana a Andrés Vélez, que él mismo se lo presentó al coordinador de la parapolítica Iván Velásquez. Ese encuentro ocurrió en 2012 y ante la insistencia de que el testigo tenía valiosa información, la Corte decidió escucharlo en versión libre.
¿Un falso testigo?
Andrés Vélez ha logrado estar en libertad por varios años pese a la condena de 21 años en su contra por lavarles plata a los paramilitares. Según la denuncia que presentó Aldana, quien se enemistó con Vélez luego de que lo estafara en la venta de unos carros y en la construcción de una finca, el testigo se aplicaba una inyección que le subía la tensión y le permitía escabullirse de las autoridades. Asimismo, fuentes que han tenido relación con Vélez sostuvieron que gozaba de un esquema de seguridad que le dio la Fiscalía por ser testigo estrella de un caso de vital importancia en la Fiscalía de Eduardo Montealegre: el expediente del empresario Alberto Aroch Mugrabi, a quien le quitaron el centro comercial Gran Estación y que intentaron vincular con la excontralora Sandra Morelli.
Cuando Andrés Vélez llegó a hablar ante la Corte Suprema en 2012, dijo que tenía conocimiento de cómo una importante empresa había lavado activos a los paramilitares y ayudado políticamente. La Corte no logró verificar esa información y desestimó su declaración. Pero luego enfiló baterías para acusar a Nancy Patricia Gutiérrez de que recibió apoyó de los paramilitares para llegar al Congreso. Gutiérrez se defendió y logró ser absuelta el 23 de julio de 2014. Inmediatamente denunció a Andrés Vélez por falso testimonio. Fue un largo proceso, pues el expediente duró casi dos años enredado, hasta que el pasado 7 de marzo fue acusado formalmente por, al parecer, decir mentiras ante la Corte.
A pesar de la denuncia en su contra, Andrés Vélez no dejó de rendir declaraciones ante el alto tribunal. Entre agosto y noviembre de 2014 se fue lanza en ristre contra la organización Servimos, el exgobernador de Antioquia Luis Alfredo Ramos y el exmagistrado auxiliar Álvaro Pastás, quien fue coordinador de la parapolítica hasta febrero de 2014, cuando fue reemplazado por Iván Cortés. A Pastás lo acusó de recibir plata de los paramilitares y luego él fue removido de su cargo. Asimismo, nuevamente habló contra Nancy Patricia Gutiérrez y la supuesta plata que le entregó para la defensa de ella Óscar Iván Zuluaga cuando era ministro de Hacienda. Según Vélez, con recursos públicos se habría financiado parte de la defensa de Gutiérrez.
Y es en este contexto donde toma relevancia el papel de Otto Bula, pues Andrés Vélez, al parecer, lo contactó para que secundara sus palabras ante la Corte Suprema de Justicia a cambio de ayudarle en la investigación que contra él cursaba por parapolítica. Vélez se habría comprometido a colaborarle con cosas de su expediente, porque supuestamente tenía contactos en el alto tribunal que lo ayudaban. Otto Bula terminó siendo citado el 8 de abril de 2015 para preguntarle si tenía conocimiento de lo dicho por Andrés Vélez.
El audio comprometedor
Otto Bula, al conocer que había sido citado por la Corte Suprema, llamó a Andrés Vélez a inicios de 2015 para preguntarle si sabía por qué. En el audio, conocido en exclusiva por El Espectador, se escucha que Andrés Vélez le explica que la razón era que él, Vélez, había hablado con el coordinador de las investigaciones de la parapolítica, el magistrado auxiliar Iván Cortés. Esa conversación, supuestamente, se había centrado en que Bula conocía de un “chisme”: que Óscar Iván Zuluaga había dado plata para la defensa de Nancy Patricia Gutiérrez. Asimismo, Vélez le insistía a Otto Bula que la gente lo había dejado solo y que si él declaraba ante la Corte, eso lo iba a beneficiar en su proceso por parapolítica.
Otto Bula se negó a decir una sola palabra sobre el tema. En tono molesto, le respondió a Vélez: “Yo no cuento eso. Qué voy a contar eso. Ni soy amigo de Óscar Iván Zuluaga, ni me consta, ni lo he dicho, ni un carajo. Entonces qué voy a contar (…) Si ese man (Iván Cortés) me está llamando a mí para que vaya a decir mentiras, puede ser muy magistrado y puede ser muy putas, pero yo no voy a decir nada de eso”. A lo que Vélez le pidió que se calmara. Bula reclamó: “Yo no conozco a Óscar Iván Zuluaga. Me están diciendo que diga un chisme que ni me consta ni sé”. Este es el audio:
La insistencia de Vélez, al parecer, era para que confirmara lo que él mismo había dicho en la Corte hacía unos meses: que en una reunión en Montería en la que estuvo junto a Bula y un hermano de Musa Besayle, escuchó sobre la plata que Zuluaga le habría entregado a la excongresista Gutiérrez. Ante el rechazo de Otto Bula, Vélez le manifestó que fue